viernes, 13 de febrero de 2009

De Al Habibi a Xaber


"La lectura del Quram ten entendido que puede hacerse con la lengua,con todos los miembros del cuerpo, con el alma, con el corazón,con el espíritu,con lo íntimo de éste y con lo íntimo de lo íntimo" , MAWAQI, Muhi Al Din Ibn Arabi Al Mursi


"Fieri non potest ut homo non sit Naturae pars et nullas possit pati mutationes, nisi, quae per solam suam naturam possint intelligi, quamrumque adaequata sit causa."Spinoza

Es imposible que el hombre sea parte de la naturaleza y que no pueda padecer sino aquellas mudanzas que pueden ser comprendidas por su sola naturaleza, por cuanto es causa adecuada de las mismas

Al Madinatun Tandja, jardins de la Mendoubia



A fin de cuantas no hay sino expresión del ser, sea cual fuere el nombre que le damos....Contra los lacanianos: no hay significante, amigo Xaber, sino afirmación absoluta de la esencia, sin referencia alguna a nada exterior a ella misma.Tan solo absoluta afirmación de la esencia, del estado de la esencia, de la expresión de su repetición infinita como tal.... Debe de ser el viento constante preñado de salitre de esta bahía lo que me altera... Un brazo de agua entre dos continentes concebido por alguna ingeniería telúrica precisamente para crear esta ciudad como escenario del viento, de las lluvias, de mil emigraciones y pueblos que pasaron por ella, sí, como un escenario que se ha independizado desde el principio de sus actores, incluso del argumento por interpretar. Cartagines, fenicios, romanos, bizantinos, hasta que llegó a estas costas el Islam... O no...Fátima sostiene que también el Islam es como una de esas nubes que cruzan raudas por el cielo ventoso de Tánger. Más tarde, los portugueses y, al fin, la colonizacion: los españoles y los franceses, el Protectorado. Sí, el viento, la humedad salitrosa y este eterno olor a Hachís y a hierbabuena junto a la luz tamizada gris claro que se desprende de la Khasba y asciende a un cielo enorme de cobre sobre el que, al atardecer, parece pintada toda la medina en una trnasfiguración fantasmagórica como un cuadro del Greco ... Todo ello me altera, me excita día y noche, es como una representación sin fin, en la que se trocasen siempre los mismos papeles...Solo persisten las nubes y este sol cobrizo envuelto en la fina gasa de las eternas nubes que cruzan vertiginosas el cielo de la kasbha... Tal vez tiene razón Benchestrit- a cuya consultorio de la Rue de la Plage he terminado por acudir, Xaber, por mis interminables jaquecas- y Tánger es una contra-ciudad, fuera del tiempo, situada en una espacio en el que confluyen todas las épocas y engendrada como una Venus negra por la misma agua salitrosa en la que se funden incenstuosamente un Océano y un mar... A la postre una roca pelada elevada sobre el Estrecho como una atalaya entre Africa y Europa en la que cada uno de nosotros desempeñamos un papel o mejor varios a la vez a modo de vasos comunicantes... Rabinos, dice él, que se dedican al tráfico de blancas y a la droga y tal vez a sórdidos negocios más inconfesables aún, un scheik como Al Fatihah que frecuenta prostíbulos y trata con idividuos de actividades tal vez inconfesables, con doble y hasta triple pasaporte. " Ah, Al Habibi, ¡quel diable!-que peroraba Benchetrit con su voz chilllona entre caladas del mejor kif del Rif- ¿Dónde hay un lugar mejor para hacer negocios que Tánger?... Si exceptuamos la capital del Gran Sur que tanto le fascinó a usted en su reciente viaje, ah sí, como le llaman, Puerto Madero: ¡qué nombre tan singular!...je, je ...Y la clientela a causa de este maldito viento aumenta sin cesar. En Paris me moría de hambra, Al Habibi, y además los lacanianos estaban de moda, cretinos de mierda.. Con su eterna letanía judío-masoca del repudio del padre...Forclusion que lo llaman empalagosamente estos judíos de Francia... ¡Bougre!.. No haga esa mueca irónica Al Habibi, je, je, sí, yo soy también de ellos, pero qué quiere usted: me dan asco, creo sinceramente que no nos aguantamos juntos mucho rato...Es como un sarpudillo en la piel: en cuanto estamos juntos más de tres todo se enreda... Ya ve usted: aquí los judios se odian entre sí y todos ellos a los árabes, éstos a los población bereber, que los desprecia a su vez, los árabes a los españoles y a los franceses, que los consideran pura escoria colonizadora, y los españoles y franceses recelan los unos de los otros...En fin, qué más da... Mientras que aquí, como le decía, solo la clientela judía y los nuevos ricos de la gran locura immobiliaria que recorre esta ciudad desde hace unos años!... ¡Bougre! Todos con sus ojos enrojecidos de droga y de viento...Y sus depresiones, sobre todo las mujeres...Es que se aburren como ostras en su caparazón, se aburren infernalmente... Así que todos intentan moldear un Tout -Paris tangerino a su medida...Et bien, aqui está Jonás Benchestrit para serviles, Al Habibi... Le docteur Jonás Benchestrit, de la Universidad de Paris, para entretenerlos un poco y sacarles de paso algo de su fric, claro, decidido a ser el loco de los locos y el único cuerdo de su locura, ya me entiende usted. ¡Jonás Benchestritus, stultorum imperator, Jonás Benchestritus, stultorum imperator! Sí, nada como al madinatun Tandja para los negocios... Además Al Habibi, ¿ ha observado usted los ojos, los ojos incomparables que desfilan aquí y allá por las callejas de nuestra medina:verdes, esmeraldas, azules, celestes, negros azabaches, qué sé yo... Nada de particular que para un místico, un..¿quoi?... un alquimista como yo tales metamorfosis de la luz en los órganos humanos me llevara, ¿ commment dirais-je?... a la esmerada recolección digno de un artista, de un orfebre, diríase, de córneas que estos rencorosos y roñosos de l'Association Marocaine d'Ophtalmologie han denunciado como vil tráfico de órganos, que si mi Clínica Integral de Ojos no reúne las condiciones deontológicas adecuadas, que si el origen de las córneas de que me proveo es más que dudoso... Y todo porque soy visto con frecuencia entre mendigos y atorrantes en los barrios más populares de nuestra ciudad... C'est toujours comme ça en Tánger: nadie quiere aceptar la leal competencia..Bah... A propósito, Al Habibi, ¿ no podría usted facilitarme contactos allá en el Gran Sur para un mercadeo fructífero de esta especialidad ? Cómo andan las cosas por el viejo Tetuán? ¿ Y el ave de rapiña de Al Fatihah? Ahi tiene usted, Al Habibi: éste no sufre de jaquecas, faites-moi donc confiance, je, je, debiera usted hacerse también asiduo del Détroit...¡Qué estallido de bellezas plásticas, Al Habibi! ¡Qué refulgencia escultural de la carne, mon ami, du jamais vu! Negras, morenas, rubias, pelirrojas:una verdadera arquitectura de los cuerpos, de todas las razas del Planeta, du jamais vu, Al Habibi, du jamais vu...Toda una explosión de la luz del Magrheb...Ideal para sus jaquecas....Olvídese de la terapia...Se lo digo yo, le docteur Jonás Benchestrit, psychiatre, docteur en médicine por l 'Université de Paris X y discipulo del mismo docteur Clochard... Está bien, déjese de visajes irónicos. De acuerdo: no existe el tal Clochard, pero ¿a quién le importa si este señor existe o no en Tanger? Et puis ça donne du prestige,¡quoi! Es tan dificil sobrevivir hoy día para un esprit poétique como el nuestro, Al Habibi...

Wesometimes pass an hour
under a green willow
that defends us from a shower,
where we may
think and pray
before death
stops our breath.

¿ Dónde diantre he podido leer estos versos? Bah: No importa. ¡Ah la poesía! Nada como esta luz tangerina para estimularle a uno la vena poética, amigo Al Habibi... Pero está usted muy pálido... Abusan todos ustedes del the à la menthe. Se lo aseguro: el kif es más sano y sin los efectos contraproducentes de la teína.... Y además es vasodilatador. Bon, ¿Cómo van sus jaquecas? Lee usted demasiado, amigo Al Habibi. ¡Esos textos sufis! Mais non, mon ami, sea usted razonable: nadie presta ya atención a esas cosas, nadie y sobre todo el mismo Al Fatiahh, ma foi! Voy a decirle algo que le pondrá los pelos de punta a propósito de ese pajarraco disecado...Al Fatihah puede dárselas de lo que quiera, de Scheik o gran Qotob de Al Harrak: eso es cosa suya, pero al doctor Jonás Benchestrit, de l' Université de Paris X, psychiatre -alchimiste, et bien, no se la pega.. Yo sé de buena tinta, mon ami, mi clientela tangerina y tetuaní es numerosa y distinguida...Es algo que me enorgullezce... Sé de buena tinta que él se hace servir, nunca mejor dicho, muchachas a su antojo, con los que nutre los prostíbulos más selectos de Tanger y de Casablanca y aun la misma zauiia de la que su- puestamente es Scheik y que mantiene vínculos cuando menos singulares con Nuña Lailat, la protectora de Fátima, nuestra querida y hermosa niña... Esta Lailat, Al Habibi, dirige una especie de hermandad de mujeres dedicadas, entre otras cosas, a la brujería, a los hechizos y conjuros. Ya sabe usted, el último refugio chez nous de las mujeres...Y bien: todas esas muchachas provienen de las montañas de la Jebala y de Ketama y están emparentadas con santones sufis venerados de hace a veces hasta dos siglos cuya memoria perpetúan en los barrios más miserables de Chefchauen y de Tetuán...y... acaso algo más que la memoria...Muchachas de la más pura raza bereber, Al Habibi, sin una gota de sangre árabe o europea en sus venas...Pero no es eso lo que quería en realidad participarle. Esta Nuña Lailat me aseveró en una de mis visitas a Tetuán, y en el curso de una sesion de espiritismo efectuado en su casa en el popular barrio tetuaní de la Ar Rusafa, que si hay algo de lo que está segura respecto de Al Fatihah es que odia a los europeos y muy particularmente con un odio enconado, a los españoles...¿Le extraña a usted toda esta historia, no? Pero se asombrará más cuando le diga que ese odio visceral, enconado, trocado en carne de su propia carne hacia los españoles, se debe a que éstos, allá por la campaña del Rif en los años veinte, gasearon generosamente con los mismos gases empleados pocos años antes en Verdún a Kabilas enteras del Rif y de la Jebala... Mi mismo padre, el entonces joven docteur Isaac Benchestrit, me refirió que había asistido a muchos de ellos en las aldeas perdidas aquí y allá del antiguo Protetorado español...Desgraciadamente los efectos del gas eran letales o tan invasivos que el paciente permanecía tullido duarante años hasta una muerte repugnante entre horribles sufrimientos. Todavía habrá podido apreciar usted las tremendas secuelas en gentes de edad avanzada, en viejecillos arrugados como un barquillo, que deambulan por la kasbah como espectros, alguno de los cuales , es cierto, terminó por recibir alguna exigua pensión del expotencia colonizadora... Al Habibi, se lo digo aquí, entre estas cuatro paredes, en este templo recogido de la sabiduría alquímica: el fuego va a cundir en cualquier momento en Sibta o en Milliia, esos reductos del orgullo colonial y aun más allá...Pero está usted traspirando, Al Habibi...¿Cómo anda su glucemia? Ay ay, tendríamos que efectuar algunos examenes...La diabetis prolifera...Tanto thé à la menthe, ça ne m'étonne pas...¿Pero dónde va usted?---"
Salí a trompicons al rellano de la escalera. No lo aguantaba más, Xaber...Su gordura crasa, su enorme cabeza de melón, negra , con sus anteojos de grueso cristal oscuro y su horrible traje que parecía desparramarese desde sus extremidades por toda la habitación y su olor, sí su olor a chivo sarnoso...Me precipité en la calle de la Plage. El mar enfrente era un mármol verde, fijo, y arriba un cielo nítido resplandecía con una luz difusa. Alcancé a zancadas los jardins de la Mendubía, ese pequeño paraiso de la nostálgica Al Andalus, por el que tanto hemos deambulado ambos entre interminables discusiones. Del gran zoco vecino ascendía en el aire tibio del atardecer un rumor confuso como de mil plegarias fundidas en un solo grito. Todo parecía entumecido, extrañamente amortiguado por la infinita tristeza del fin del día. Desde la mezquita de Sidi Bou Abib llegó a mis oídos la melodía delicadamente candenciosa de la gran nawba del atardecer,cantada sin duda en la hora sagrada por algúnos cofrades de la zauiia-" Ya samsun al asiia-, oh sol del atardecer, derrama tu copa dorada", en la que se exhibe como en ningún otro lugar toda la quintaesencia del gran arte de Andalucía. El gran cielo puro se destacaba sobre las azoteas de la Kasbah como en placas de ultramar. Alli, embriagado por los sutiles perfumes del Azahar y de los limoneros, caí postrado, Xaber amigo, no en una genuflexión reverencial y sumisa como la de uno de nuestros rakats habituales, aunque cargada de orgullo ante el todopoder del quicio que sostiene el movimiento de todo el universo, sino en un placentero recogimiento de alegría incontenible. La cabeza me giraba vertiginosamente y traté de buscar en vano en torno mío algún asidero.- Y besé una y otra vez la tierra, Xaber, la tupida y jugosa tierra de aquel jardín cuyos árboles, como columnas de un templo antiguo, tocaban el inmenso firmamento carmesí.
-------------------------------------------------------------------------------Al Habibi Al Mosthazarr,
Trad. del árabe: Larbi Sqara






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