sábado, 3 de enero de 2009

ETA o la perpetuación de la tristeza, una carta abierta











LLANTO DE UN PATRIOTA
Sabino Arana, 1904


Vascos:
Se perdió nuestro nombre;
¡Todos los pueblos dicen
Que ya no hay vascos!

Teñidos de rojo están
Nuestros montes,
Mudas están
Nuestras ciudades.

Vascos:
Es cierto
Lo que cuentan,
¡Que ya no quedan,
Que ya quedan vascos! Traducción: Koldo Izagirre
Versión original:
ABERTZALE BATEN NEGARRA












POURQUOI FALLAIT-IL ?..


Pourquoi fallait-il dire quelque chose
Alors qu’il est bien acquis
Qu’il n’est rien à dire
Si ce n’est ce désir de dire
Qui nous revient une et autre fois
En cavatine
Nous hante
Nous ramène à la douleur
A ce cri silencieux
Venant de la froidure galactique
Dont nous sommes la blessure
Bien au-dedans de notre corps
Dans le tourment de notre sang
Là où celui-ci n’est plus entièrement liquide
Mais onctuosité de sperme
Quelque chose de brasillant
Du ciel côtoyant la terre
Et de dire ce quelque chose
Un rien en effet ou presque
Le désir nous prend
D’être comme des rois
Sans âge
Et plus vieux que le temps

Xavier Zugarrondo



¿Por qué todo esto? Por qué tal emanación fétida a cadaver, a putefracción, a muerte? ¿Cómo comenzó todo, sin que nos diésemos cuenta? O sí, nos dábamos perfecta cuenta del comienzo de la pesadilla? ETA sois, somos todos, unos impostores. Vosotros, vuestros orígenes, los Padres Fundadores de semejante embuste: todos impostores como solo pueden serlo los sacerdotes. ¿ Y sabéis por qué? Porque sois unos peritos propagadores de la tristeza; vuestra impostura nace de ella como el poder al que aspiráis. Como todo religión, como toda, en suma, superstición:la de pueblo sometido y por ende envenenado por una foraneidad perniciosa: la de patria, la de origen mancillado en su mismo brote inicial...Y esto, no exagero, es lo que vino no hace mucho a decir el Lehendakari Ibarretxe aquí mismo en la Universidad de Córdoba ante un auditorio de acólitos congregados reverentemente en torno al Sumo Sacerdote y embelesados por la revelación de que eran finalmente depositarios: "porque fuimos, somos".Tal es la impostura de la creencia en el origen, generada a su vez en la gran fragilidad de que se alimenta la tristeza y que no es sino la sumisión a un esencialismo del que a todos nos haría felices prescindir de una vez por todas en la Historia de este Planeta. Para intentarlo simplemente de otra forma, acaso más contentos y satisfechos, más alegres,por qué no: libres.Y os nutrís de dicho maximalismo impostor propalado por vuestros aliados, más o menos conscientes. O, si inconscientes, todavía más perniciosos. Carecéis- y cómo debe mortificaros ello-, como esos impostores por autonomasia-me refiero a los judios sionistas-, del Libro al que referiros como significante esencial. Qué le vamos a hacer: os ha quedado al menos algun arbolito o determinado himno, aunque éste sea el Gure Pater aundia, y por supuesto, la consabida manipulación de la Historia, en la que los nacionalistas españoles a duras penas os superarían, lo que es mucho decir, pues han sido maestros en ello, supuesto caso de que llevan siglos haciéndolo con su sacrosanta unidad de destino y otras pavadas en aras de la cual diezmaron el suelo de una tierra que, con sus altibajos, supo hacer convivir tal riqueza y complementariedad de culturas y de etnias. Pero al menos ellos, fétidos resentidos, tenian que construir un Estado, el primer estado de la Modernidad,y ello- cuán desdichadamente -con arreglo a otras reglas de juego que propiciaran el nacimiento de los viejos condados, ducados y finalmente los viejos reinos. El sacrificio fue enorme: judios mil veces españoles expulsados en meses de su hogar, después, más dramático aún, si cabe, los moriscos, expatriados, desplazados de un lugar a otro de la Península, padres e hijos, familias enteras desgajadas; en fin, la historia bien sabida de los primeros genocidios modernos, primero en la península,luego, más refinadamente si cabe, con todo el aparato de la burocracia, en el Nuevo Mundo. Como colofón el saqueo, después el páramo infinito y el patético semblante de Jovellanos en el cuadro de Goya y su inmenso hastío e impotencia. Mas vosotros, ¿ a qué proyecto podéis aspirar? ¿Qué cosntrucción, condenados como estáis a la propagación del dolor y del tedio, podéis proponer a nadie? Simplemente la perpetuación in infinitum de la tristeza, pues evidentemente carecéis de todo genio de estadista, vuestras concepciones son primarias, arcaicas de todo punto.No hay más que observar siquiera sea precipitadamente los simbolos y emblemas de que os servís, más propios de una organización tribal que de organismos sociales y culturales medianamente evolucionados. Es que no tenéis nada que decir. Simplemente os movéis en la deriva primaria del tabú. Tabu del pueblo orpimido, desposeído, acosado, amenazado en la esencia íntima que constituye su etnia. Es cierto, que el otro sectarismo os acosó, nos acosó durante años y años, os desposeyó, nos desposeyó absurda e inecesariamente, de instituciones, de lengua, incluso de simples símbolos inofensivos como una triste bandera; y es cierto que todos, no solo vosotros, luchamos por recuperarlos y se recuperaron, pero es que precisamente el nacionalismo español fue, y acaso lo es todavía, tan tribal y sectario como vosotros; como vosotros solo fueron capaces de perpetuar el sufrimiento y la tristeza, porque, a no dudarlo, sufrían en demasia y por ello habían de propagar el sufrimiento en los otros una y otra vez pertinazmente. Podían haber sido, como vosotros, héroes del sufrimiento, trocar su funesta pasión en virtud a fuer de querer serlo....Hubiesen sido ya otra cosa bien distinta, incluso opuesta...Hacer de vuestras pasiones virtudes, clamaba aquel gran clarividente que fue Nietzsche. Vuelvo a decirlo: sois sacerdotes por excelencia. Bueno, conozco el paño: soy vasco y de Donosti y educado en la férula jesuística ¿Cuántos de vosotros no procedéis de seminarios, y aledaños o sustitutos, qué más da: traspiráis a sotana, a convento, a catecismo rancio. Ello os torna y os tornará incapaces de pensar. Pero lo vuestro, está claro, no es eso. Lo vuestro es perpetuaros en vuestro propio ser; mas como vuestro ser es generación y reproduccion abs limite de la venganza y del odio, es decir, de la tristeza, la cual, en el grado de intensificación con que se ha asentado en vosotros, en vano puede propender a trocarse en su afecto opuesto, os devora el mismo torbellino que habéis generado. No podéis ni podréis llegar a concebir ni siquiera barruntar que lo que os mueve es precisamente la alegría; la avecináis, pero os estará vedada para siempre. Así que solo os queda seguir propiciando la debilidad del efecto contrario del que estáis poseídos, es decir, seguir matando vil, absurdamente, si cabe decirlo, porque no tenéis amo ni poderoso que atacar ni eliminar, lo que gratificaría vuestra acción y la convertiría incluso en virtud. Tenéis simplemente un cero a la derecha y a la izquierda, delante y detrás:un vacío perfecto. Propagáis simplemnete el desorden de una paranoia, la confusión de unos seres débiles y enfermos. Pero lo más espantoso es que tal envenenamiento, tal ponzoña, tal enfermedad se ha propagado tiempo ha por un organismo lamentablemente demasiado compatible con el vuestro: por la sociedad vasca o al menos por una parte significativa de ella. Ello es la forma con que el mal, es decir, la absoluta debilidad de vuestra tristeza, incapaz de trocarse en acción, en idea, en complementariedad con lo opuesto, impera en vosotros y ha condenado a la comunidad vasca a un laberinto del que hoy por hoy no se avizora salida....Salvo que se vayan generando repudios clarividentes, ideas de ideas, estructuras de acción contra vosotros y contra el oficialismo que se alimenta hipócritamente de vosotros, con sus dudas y ambivalencias, con su debilidad, en suma, que vive y se sustenta incontinenti de vuestra tristeza...¿Acaso simplemente por un pedazo de poder? A lo mejor ni siquiera por eso, pues el odio, el sectarismo, la carencia de ideas se nutre al parecer solo de su propia esencia; es una voluntad de nada que se sabe tal y que por ella se rigue. Sí, ETA sois unos maestros consumados de la impostura, todos lo somos con vosotros. ¡A cada uno su quote part! ¿Es esto una orgía de sangre, en suma? ¡Pues a quererlo una y otra vez, vascos! ¿Seremos capaces y hasta cuándo?
Xaber

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